You may or may not have heard about it, but over the past two decades a secret and dangerous movement has emerged in humanities departments around the world. The so-called "digital humanities" (or "HD" to those in the know), which is wiping out all conventional funding for traditional humanities activities, brings a shady entrepreneurial spirit and a technocratic mindset to language, history, classics, archaeology, and any other disciplinary space it can get its hands on. Seemingly charged with perverting the humanistic foundations of critical thinking and replacing them with technosolutionary mentalities, the digital humanities are growing and thriving under our noses and many do not even seem to realize the danger. Puede que se haya enterado o puede que no, pero en las dos últimas décadas ha surgido un movimiento secreto y peligroso en los departamentos de humanidades de todo el mundo. Las llamadas “humanidades digitales” (o “HD” para los entendidos), que están acabando con toda la financiación convencional de las actividades humanísticas tradicionales, aporta un sombrío espíritu empresarial y una mentalidad tecnocrática sobre lengua, la historia, los clásicos, la arqueología y cualquier otro espacio disciplinar en el que pueda poner sus manos. Aparentemente encargadas de pervertir los fundamentos humanísticos del pensamiento crítico y sustituirlos por mentalidades tecnosolucionistas, las humanidades digitales están creciendo y prosperando ante nuestras narices y muchos parecen ni siquiera haberse dado cuenta del peligro.