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  • Importancia de la carga vas...
    Consuegra-Sánchez, Luciano; Melgarejo-Moreno, Antonio; Galcerá-Tomás, José; Alonso-Fernández, Nuria; Díaz-Pastor, Angela; Escudero-García, Germán; Jaulent-Huertas, Leticia; Vicente-Gilabert, Marta

    Revista española de cardiologia, June 2014, Volume: 67, Issue: 6
    Journal Article

    Resumen Introducción y objetivos El paciente con síndrome coronario agudo con antecedentes de cardiopatía isquémica, arteriopatía periférica y/o accidente cerebrovascular previos muestra un peor pronóstico. Sin embargo, la relación existente entre dichos antecedentes y el pronóstico a largo plazo no ha sido aclarada del todo. Métodos Estudio prospectivo de 4.247 pacientes con infarto agudo de miocardio y segmento ST elevado. Se obtuvo información clínica detallada que incluye los antecedentes de cardiopatía isquémica, arteriopatía periférica y accidente cerebrovascular. Estudiamos la mortalidad intrahospitalaria y a largo plazo (mediana, 7,2 años) mediante modelos ajustados. Resultados Se observó que 1.131 (26,6%) pacientes tenían un territorio enfermo y 221 (5,2%), ≥ 2 territorios. La mortalidad hospitalaria total fue del 12,3% y la densidad de incidencia de mortalidad a largo plazo fue de 3,5/100 pacientes-año. Los antecedentes de cardiopatía isquémica ( odds ratio = 0,83; p = 0,35), arteriopatía periférica ( odds ratio = 1,30; p = 0,34) y accidente cerebrovascular ( odds ratio = 1,15; p = 0,59) no fueron predictores independientes de mortalidad hospitalaria. En un modelo ajustado, los dos últimos fueron predictores de mortalidad a largo plazo ( hazard ratio = 1,57; p < 0,001; y hazard ratio = 1,34; p = 0,001, respectivamente). La afección de ≥ 2 territorios vasculares fue predictora de mortalidad a largo plazo ( hazard ratio = 2,35; p < 0,001), aunque no de mortalidad intrahospitalaria ( odds ratio = 1,07; p = 0,844). Conclusiones En el infarto de miocardio con segmento ST elevado, la carga vascular previa condiciona mayor mortalidad a largo plazo. Individualmente, la arteriopatía periférica y el accidente cerebrovascular previos son predictores de muerte tras el alta.