Introducción y objetivos. Después de un infarto es importante detectar a los pacientes con riesgo de eventos adversos. Nuestro objetivo fue valorar la utilidad pronóstica de la ecocardiografía con ...dobutamina tras un infarto no complicado.
Método. Se realizó ecocardiografía con dobutamina a 125 pacientes (edad media 65 ± 11 años, el 82% varones) en los primeros diez días después de un infarto no complicado. Se consideraron las siguientes respuestas del miocardio: a) negativo; b) mejoría mantenida de la contractilidad; c) mejoría inicial con empeoramiento posterior, y d) empeoramiento de la contractilidad en la zona del infarto o a distancia.
Resultados. Con un seguimiento de 7,4 ± 4,6 meses hubo 47 eventos: 3 muertes no cardíacas, 6 muertes cardíacas, 5 infartos, 21 anginas, 2 insuficiencias cardíacas y 10 revascularizaciones. El análisis mediante la prueba de regresión de Cox demostró que el empeoramiento fue el mejor predictor (p < 0,0001; riesgo relativo: 2,8 intervalo de confianza del 95%: 1,7–4,5). Otros predictores fueron el no fumar (p = 0,003) y la angina previa (p = 0,04). Excluidos los 10 pacientes que fueron revascularizados los resultados fueron similares.
Conclusiones. La mejoría mantenida de la contractilidad en la zona del infarto no es predictor de eventos. El empeoramiento de la contractilidad en la zona del infarto o a distancia durante la ecocardiografía con dobutamina en los primeros 10 días tras un infarto no complicado predice la aparición de eventos. Por tanto, esta prueba podría emplearse en la estratificación de riesgo postinfarto.
Background and purpose. The identification of patients at risk for future events after an infarction is mandatory. The aim of this study was to assess the prognostic value of dobutamine stress echocardiography after an uncomplicated myocar-dial infarction.
Methods. One hundred and twenty five patients (mean age 65 ± 11 years, males 82%) underwent dobutamine-echo within ten days after an uncomplicated myocardial infarction. Four myocardial responses were identified: a) negative; b) sustained improvement of myocardial contractility; c) initial improvement followed by worsening, and d) worsening at a distance or in the infarcted zone. Results. Mean follow-up was 7.4 ± 4.6 months. An adverse outcome occurred in 47 patients: non cardiac death in 3, cardiac death in 6, myocardial infarction in 5, angina in 21, congestive heart failure in 2, and in 10 patients revascularization. Cox regression analysis showed that worsening of contractility was the best predictor for adverse events (p < 0.0001, relative risk 2.8; 95% confidence interval: 1.7–4.5). Non-smoking and previous angina were also predictors of adverse events (p = 0.003 and p = 0.04, respectively). Similar results were obtained after excluding the revascularized patients.
Conclusions. Sustained improvement of contractility in the infarcted region is not a predictor of adverse events. Asynergy at a distance or in the infarcted region during dobutamine echocardiography within ten days after an uncomplicated myocardial infarction predicts adverse cardiac events during follow-up. Therefore, dobutamine echocardiography could be used for risk stratification after acute myocardial infarction.