En el último período del Bronce Final se configuran en el Sureste ibérico una serie de asentamientos de gran entidad y dinamismo interno caracterizados por una ordenación inicial dispersa, materializada después en un urbanismo polinuclear y una destacada organización sociopolítica que pervive durante la Edad del Hierro. En este contexto, este artículo analiza el desarrollo de ese tipo de patrón de ocupación sobre diferentes complejos poblacionales establecidos a lo largo de la cuenca del Segura, profundizando especialmente en nuevos datos procedentes del Castellar de Librilla que arrojan luz sobre el desarrollo de su estructura espacial intraurbana. Las zonas de habitat detectadas en las recientes intervenciones arqueológicas, algunas delimitadas por sistemas defensivos de envergadura, confirman las transformaciones que, desde el Bronce Final hasta el Ibérico Pleno, se producen en su configuración interna. Estos episodios de reestructuración y sinecismo urbanístico evidencian los procesos de adaptación que estos asentamientos polinucleares desarrollaron en el marco de las cambiantes dinámicas territoriales y culturales de la región durante el I milenio a.C.