Trayectorias vitales convergentes, en suma; como la que ejemplifica la militante del Movimiento 26 de Julio Elvira Díaz Vallina: "I became a revolutionary doing it, without being communist, without being socialist, without such ideas, only by doing so, making a revolution to transform our society, to make it better, more just, more humane, more equal» (página 63). En esta «popular diplomacy» jugó un papel destacado el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) encargado de establecer contactos con movimientos nacionalistas de izquierdas. Por otro lado, se implementó el papel de las brigadas médicas y se extendió el servicio médico a los combatientes revolucionarios; hecho que constituye, en palabras del autor: «it is without a doubt the most laudable, selfness and generous contribution of Cuba to all insurgent movements highly regarded by all who received medical treatment and could convalesce on the island (página 171).