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  • Las vinculaciones entre el ...
    Bay, Carmen Alemany

    Guaraguao (Barcelona, Spain), 01/2020, Letnik: 24, Številka: 63
    Journal Article

    Es nuestra intención a lo largo de estas páginas constatar cómo la hibridez y las transformaciones estéticas han interactuado con el compromiso social y político en la poesía; un matrimonio no siempre bien avenido pero que se ha obstinado en fusionarse con el fin de ofrecer una combinación posible que casi siempre ha actuado como dialéctica. Los avances estéticos de las vanguardias y sus vinculaciones sociales y políticas Las vanguardias fueron el síntoma, en el terreno artístico, de nuevos tiempos en los que el pasado dejaba de tener la significación de antaño con el fin de dar un paso hacia otras formas más diversas que dialogaran con el convulso presente. En el afán de distanciarse de la tradición, incluso desde el repudio a las tradiciones literarias anteriores, estos movimientos evidenciaron el agotamiento de la estética finisecular y la necesidad de introducir nuevos modelos a partir de la crisis moral e ideológica fruto de la Primera Guerra Mundial; una guerra que cimentaría las bases para otra aún más arrolladora si cabe, la Segunda, y que tendría sus consecuencias artísticas en el período inmediatamente posterior a las vanguardias. En lo que atañe a la poesía, la experimentación vanguardista potenció, como dijimos en su día, «formas de expresión externa que dejaron en un segundo plano los contenidos representativos; es decir, se pasó de la poesía entendida como vehículo de transmisión de sentimientos, o estados de ánimo, a indagar en las posibilidades de la factura del poema y expresar, desde esta coyuntura, sus diferencias con la visión canónica de lo poético» (Alemany, 2011, p. 54). Más allá de la poesía en forma de collages o de caligramas, procedentes fundamentalmente de Stéphane Mallarmé y de Guillaume Apollinaire ..., y que tendrán limitada trascendencia en la historia literaria -salvo como síntoma de una transformación social de la escritura-; los movimientos de vanguardia europeos, y específicamente los latinoamericanos (creacionismo, ultraísmo argentino, estridentismo, entre otros), dotaron al poema de una nueva factura que contrastaba con la línea métrica más tradicional: se prescindía de la estrofa y de la rima, y el verso derivaba hacia una libertad inusitada que se nutría con rupturas sintácticas. Como fruto de estos cambios el poeta deja de tener un solo absoluto para considerar en el seno mismo de sus composiciones otras voces que lo acompañan y que lo refuerzan, y que constituirán una modernidad que también tendrá sus consecuencias en la poesía cuatro décadas después y que llega hasta la actualidad. En Europa los movimientos de vanguardia cuestionaron en cierto sentido la modernidad, establecieron incluso distancias respecto a ella, o bien expresaron su relación de suficiencia; en cambio, en América Latina la vanguardia fue un síntoma de modernización acelerada y los vanguardistas de aquellas tierras señalaron y agudizaron esa relación de carencia con la modernidad tanto en el aspecto material como en el social y el político. (1998, p. 27) El puente entre las vanguardias europeas y latinoamericanas fue el chileno Vicente Huidobro (1893-1948), uno de los máximos exponentes de la poesía visual. En Adán (poema) (1916) nuestro escritor dará muestras de la libertad inusitada del verso, que adquirirá una nueva concepción rítmica; también en esos años, con la publicación de El espejo de agua (1916), las disposiciones verticales o diagonales de algunos versos, los espacios en blanco de la página o el juego con diferentes tipografías serán novedades que se incrementarán en libros posteriores: desde Horizon carré (1917) hasta Automne régulier (1925). Claro ejemplo de lo que estoy planteando es el estridentismo, movimiento -como se sabe- influido por el futurismo italiano de Filippo Tommaso Marinetti y por el ultraísmo, y que intentó en sus manifestaciones artísticas ilustrar las posibilidades poéticas de lo mecánico, así como el valor de la temática social: enaltecieron los nuevos aparatos (el aeroplano fue su emblema) con imágenes de claro carácter dinámico e hicieron uso de recursos tipográficos con el fin de situar a la palabra en un espacio de libertad y una forma de dicción poética en la que se unía lo irónico con la protesta. Si bien no se puede afirmar lo mismo con respecto a las otras corrientes de vanguardia con las que coincide, pues son demasiado visibles las influencias del futurismo, del unanimismo, del dadaísmo, del creacionismo y del ultraísmo -solo el relativismo de la primera época estridentista-, en el momento en que se adopta la ideología social de la Revolución mexicana y la incorpora a su literatura, el movimiento adquiere solidez, organización, y de alguna manera se separa del resto de la vanguardia internacional. (1970, p. 206) Fue en diciembre de 1921 cuando apareció su primer manifiesto en Actual.