La actual efervescencia de la Innovación Social (IS) obedece a su potencial de progreso socioeconómico. Pero este poder transformador requiere saber que la solución a un problema social y local surge más fácilmente en el propio territorio en el que aparece. Es más, impulsar la IS exige comenzar por conocer la singularidad del territorio al que afecta, es decir, los rasgos históricos y culturales que conforman su personalidad. Esto desaconseja que las políticas públicas repliquen modelos o prácticas exitosas en otros territorios. Dado que la investigación en IS debe intensificar su trabajo en esta dirección, se identifica una vía metodológica, con un fuerte componente tecnológico, que proporciona esta identidad territorial. Su viabilidad se evidencia centrándose en una de las zonas menos desarrolladas del país y con necesidad más apremiante en IS, conocida como España vaciada y, en concreto, en su lugar más afectado (Extremadura). Los resultados confirman este planteamiento y metodología.