COVID-19 pandemic has disturbed many hospital activities, including medical education. We describe the switch from in-person didactic sessions to videoconferencing in a Neurology department. We ...analyse the opinions and satisfaction of participants.
Narrative description of the adopted measures; Online survey among participants.
One of the three weekly sessions was cancelled, and two switched to videoconferencing. There were more participants online than in the conference hall. 49 users answered the survey, 51% women, mean age 40.5 years (range 25-65). Satisfaction was higher for previous face-to-face meetings (8.68) than for videoconferencing (8.12) (p=0.006). There was a significant inverse correlation between age and satisfaction with virtual sessions (r=-0.37; p=0.01), that was not found for in-person attendance. Most users (75.5%) would prefer to continue with online sessions when the pandemic is over, and 87.8% support inter-hospital remote meetings, but the safety of web platforms is a concern (53.1%).
The change from in-person to virtual sessions is an easy measure to implement in a neurology department, with a good degree of satisfaction among users. There are some unsolved problems with the use of commercial web platforms and inter-hospital connection. Most users recommend leadership and support from educational and health authorities.
Background.—Ophthalmoplegic migraine is a rare syndrome in which episodic headaches are associated with ophthalmoplegia. Several recent reports emphasize the possibility, especially in atypical ...cases, of a heterogeneous type of ophthalmoplegic migraine.
Methods.—We describe the case of an 18‐year‐old woman with recurrent episodic headache accompanied by binocular diplopia due to left third cranial nerve palsy. The symptoms resolve in hours. A diagnosis of atypical ophthalmoplegic migraine was established.
Results.—Digital angiography revealed a venous angioma draining into the left cavernous sinus.
Conclusions.—This case reveals the importance of differential diagnosis in atypical migraine in which the symptomatology could be secondary to intracranial lesions. We propose venous stasis as a cause of symptoms.
Neurologic manifestations of HIV infection are quite diverse and can develop into seizures. Because new drug therapies have been developed, it is important to know the interactions between ...antiretroviral and antiepileptic agents. A 36-year-old patient with HIV developed a set of progressive left hemiparesis and secondarily generalized partial seizures related to progressive multifocal leukoencephalopathy. Phenytoin and carbamazepine were necessary to control the seizures. Instead of diverse antiretroviral therapies, the viral load was increased. Protease inhibitors (ritonavir and saquinavir) were added to the treatment and the patient developed progressive ataxia related to carbamazepine toxicity. Carbamazepine was discontinued and the patient remained asymptomatic. The patient was diagnosed with carbamazepine toxicity related to the introduction of ritonavir. Ritonavir is a potent inhibitor of hepatic cytochrome P450, mainly the CYP3A4 isoform. Carbamazepine is metabolized by this subsystem. Ritonavir acted as a CYP3A4 inhibitor, diminishing carbamazepine metabolism and provoking an increase in serum levels and clinical toxicity. We present a case of interaction between ritonavir and carbamazepine. Interaction between antiepileptic and antiretroviral agents is an emergent problem caused by the increasing association of the two therapies. We recommend strict monitoring of serum antiepileptic drug (AED) levels to avoid toxicity and inadequate seizure control.
Introducción: La Unidad Multidisciplinaria de Dolor Crónico del Hospital Universitario 12 de Octubre está compuesta por una anestesióloga, una internista y un reumatólogo con dedicación absoluta. Con ...ellos colaboran una rehabilitadora y una psicóloga. Se analiza la utilidad de una consulta de apoyo de neurología, en principio destinada a contribuir al manejo de pacientes con dolor neuropático, especialidad que en nuestro medio tradicionalmente no ha participado en la atención a estos pacientes dentro de las Unidades del Dolor. Métodos: Se describe la actividad de la consulta de neurología durante seis meses. Dicha consulta está integrada en la Unidad, es desempeñada por un neurólogo que un día a la semana valora a los pacientes remitidos por la propia Unidad, emite un informe de interconsulta y discute con el médico remitente, o con toda la Unidad, su opinión. Se analizan las características demográficas, lugar de procedencia a la unidad, motivo de consulta en la unidad, motivo de consulta neurológico, tratamiento previo, intensidad del dolor, tiempo de evolución, diagnóstico, presencia e importancia del dolor neuropático, presencia o ausencia de patología psiquiátrica, laboral o judicial, y si hubo o no tras la consulta, modificación en el diagnóstico etiológico, de los mecanismos fisiopatogénicos involucrados en el dolor, en el plan de estudio, tratamiento, seguimiento y destino. Resultados: Al analizar nuestra población, en comparación con el conjunto de la población de la Unidad destaca que este subgrupo es de mayor edad que el atendido en la Unidad y es de gran complejidad, no sólo debido a su dolor sino también a su cronicidad, intensidad y larga historia de tratamientos previos. Llama la atención que en un porcentaje significativo de los pacientes remitidos no había dolor neuropático, se modificó el diagnóstico etiológico en una minoría, pero en la mayoría una mejor exploración de los mecanismos fisiopatogénicos del dolor neuropático contribuyó a la variación del estudio diagnóstico, opciones de tratamiento y pronóstico. Por último, al comparar los pacientes atendidos con los de una consulta de neurología ambulatoria sorprende la ausencia en esta no sólo de cefaleas sino también de pacientes con dolores centrales que se podrían beneficiar de las posibilidades terapeúticas de una unidad del dolor. Conclusiones: Demostramos cómo un neurólogo consultor en una Unidad del Dolor puede ser útil para contribuir al diagnóstico etiológico de pacientes complejos, confirmar o descartar la presencia de dolor neuropático, contribuir al estudio y disección de los diferentes fenómenos positivos presentes y su posible adscripción a mecanismos fisiopatológicos concretos, base de la indicación de pruebas complementarias, de tratamientos dirigidos a esos mecanismos, explicar al paciente la naturaleza de su dolor, ayudar al seguimiento y pronóstico. Creemos que el modelo de un neurólogo consultor integrado en una Unidad Multidisciplinar de Dolor Crónico, frente a otros modelos de consultas unidisciplinares o en paralelo con las unidades de dolor ya existentes, enriquece la atención y la gama de opciones terapéuticas de los pacientes con dolor crónico.
Introducción: los principales instrumentos de información para la gestión clínica se basan en la recogida sistemática de datos clínicos, que se materializa en el CMBD, y en la utilización de sistemas ...de clasificación de pacientes, siendo los AP-GRD los adoptados en nuestro país por la administración sanitaria. Los datos necesarios para realizar la agrupación en GRD están contenidos en el CMBD y entre ellos están: diagnóstico principal, intervenciones o procedimientos y diagnósticos secundarios, que deben estar codificados con la CIE-9-MC. El sistema GRD es un instrumento de gestión, que permite una contabilidad analítica, a través de los pesos relativos de cada GRD. Objetivos: mostrar la codificación de los diagnósticos que se realizan en una Unidad Multidisciplinar de Dolor Crónico mediante la CIE-9-MC, único sistema reconocido a nivel institucional, y evidenciar la importancia que tiene la codificación correcta de los diagnósticos de dolor para obtener los GRD que describan más adecuadamente el grado de complejidad de los procesos tratados, con su correspondiente "coste por proceso". Material y métodos: se han revisado las historias clínicas para obtener la información necesaria para realizar la codificación. A cada diagnóstico se le asigna un código principal y si es preciso uno o varios códigos secundarios. Se debe asignar un código para el procedimiento realizado. Una vez realizada la codificación, junto con los datos necesarios de cada paciente, se obtienen los diferentes GRD, con sus pesos correspondientes. Resultados: se han codificado diagnósticos con la CIE-9-MC desde el año 2002 al 2012, realizando una base de datos con la codificación de los diagnósticos más frecuentes en una Unidad de Dolor. Se ha obtenido cada año información sobre la agrupación de patologías mediante GRD, y su peso correspondiente. De 2002 a 2009 el GRD más frecuente fue el 243, "Patología médica de columna vertebral" en el 57% de los casos. A partir del año 2010 se introdujo la nueva codificación que incluye el código 338 y como consecuencia cambiaron los GRD. La categoría 338, "Dolor no clasificado bajo otros conceptos", se enmarca dentro del capítulo de Enfermedades del Sistema Nervioso y Órganos de los Sentidos. Los GRD más frecuentes han sido: 035, "Otros trastornos del sistema nervioso, sin CC" en el 42,28% de los casos; 243 "Patología médica de columna vertebral" en el 18% y 019 "Trastornos de nervios craneales y periféricos sin CC" en el 15,5%. Se describen las características de estos GRD y los diagnósticos de dolor que se han incluido en cada uno de ellos. Conclusiones: el uso de la codificación de diagnósticos y procedimientos con la CIE-9-MC supone un esfuerzo por unificar el lenguaje que se utiliza en la práctica clínica. Es preciso que la codificación se realice correcta y consistentemente para obtener resultados que reflejen la actividad real que se realiza en un servicio y lo que cuesta. Para que realmente la codificación influya en la gestión clínica por procesos, es fundamental que los responsables de las unidades conozcan estas herramientas. A medio plazo, se instaurará en la actividad clínica en España el uso de la CIE-10-MC.
It has been suggested that nitric oxide (NO) could be implicated in the pathogenesis of multiple sclerosis (MS). Recently, two groups reported increased cerebrospinal fluid (CSF) nitrate levels ...(oxidation product that provides an indirect estimation of NO) in MS patients. However, another group did not confirm these findings. We studied the CSF and plasma levels of nitrate with a kinetic cadmium reduction method in 11 MS patients and 25 matched controls. The CSF nitrate levels and the CSF/plasma nitrate ratio did not differ significantly between the two study groups. Plasma nitrate levels were nearly significantly lower in MS patients. CSF and plasma nitrate levels did not correlate with age at onset and duration of the disease in the patient group. These data suggest that measurement of CSF levels of nitrate is not a marker of the activity of MS.
Material and Methods: We describe clinical, cerebrospinal fluid (CSF), and magnetic resonance imaging (MRI) findings in a patient with general paresis. MRI demonstrated cortical-subcortical atrophy ...and broad-coalescent high-intensity T2 lesions in right frontotemporal lobes. Results: After intravenous penicillin therapy, the size of these lesions diminished dramatically. That regression correlated with improvement in neuropsychologic test and CSF analysis. Conclusion: To our knowledge, this is the first case reported in the literature of MRI-reversible lesions in a patient with general paresis. We suggest that MRI is of prognostic value in patients with general paresis. Severe atrophy, especially in the temporal lobe, could be a marker of bad clinical outcome.
Introducción: En el año 1988 el INSALUD inició el proyecto CÓDIGO, con el objeto de implantar de forma voluntaria la necesaria recogida de datos para cubrir un Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD), ...así como la codificación con la Clasificación Internacional de Enfermedades -9ª revisión- Modificación Clínica (CIE-9-MC). Esta recogida de datos básicos es el primer paso necesario para la homologación de todos los datos de actividad hospitalaria en España así como en el ámbito europeo. Se trata de obtener información comprensible y fiable sobre los resultados de la interacción usuario/sistema de salud con objeto de poder garantizar su calidad. La adopción de sistemas de medición del producto final hospitalario basados en variables clínicas, es considerada básica en los sistemas de gestión y planificación actuales. Sin ser el único tipo de clasificación, el sistema de agrupamiento de Grupos Relacionados con el Diagnóstico (GRDs), es el más universalmente aceptado. El primer requisito para poder asignar GRDs es el de disponer de informes codificados según la CIE-9-MC. Objetivo: El objetivo de este trabajo es presentar los resultados obtenidos tras la aplicación de las normas internacionales de codificación de la CIE-9-MC adaptadas para codificar los diagnósticos de dolor crónico que se realizan en nuestra Unidad Multidisciplinaria de Dolor Crónico. Material y métodos: En el año 2000 se inició en nuestro hospital la implantación del sistema informático de recogida de actividad hospitalaria HP-HIS (Sistema Integral Hospitalario-Hewlett-Packard). En Mayo del 2002 nuestra Unidad se incorporó a dicho procedimiento, lo que nos obligó a tener que codificar los diagnósticos y procedimientos de los pacientes a los que se sometía a alguna técnica terapéutica o cirugía. El único sistema de codificación aceptado en España es la CIE-9-MC. No existen códigos propios de dolor crónico en la CIE-9-MC, por lo que cada código diagnóstico se ha obtenido buscando el que mejor describa el diagnóstico de dolor que se quiere codificar. En el período de cuatro años comprendido entre Mayo del 2002 y Abril del 2006, ambos inclusive, se han revisado las historias clínicas de los pacientes para obtener los datos necesarios para realizar la codificación. A cada diagnóstico se le asigna un código principal, y si se precisa un código secundario, así como un código de procedimiento. Resultados: En el período de cuatro años comprendido entre Mayo del 2002 y Abril del 2006, ambos inclusive, se han codificado un total de 5393 pacientes. Ha sido posible codificar el 100% de los diagnósticos, habiéndose realizado una base de datos que reúne más de 150 diagnósticos con sus códigos correspondientes según la CIE-9-MC. Realizar la codificación nos ha permitido agrupar las patologías mediante GRDs. El GRD más frecuente ha sido el 243, cuya descripción es "Patología médica de columna vertebral", que ha supuesto el 40-50% de los casos según los años. Conclusiones: La normalización de los criterios de uso de la CIE-9-MC, requiere la necesaria formación de los profesionales que apliquen este sistema de codificación. En estos momentos la codificación de nuestros pacientes nos ha permitido la incorporación al sistema de codificación HP-HIS (Sistema Integral Hospitalario-Hewlett-Packard) y representa una mejora en la gestión de la Unidad favoreciendo los estudios clínicos, epidemiológicos, de morbilidad, mortalidad, de investigación y financiación por procesos (GRD). No obstante, pensamos que más experiencia tanto nuestra como de otros grupos de trabajo de la especialidad serían necesarias para llegar a la excelencia en el proceso de codificación del Dolor Crónico.