To contribute to the aspirations of recent international biodiversity conventions, protected areas (PAs) must be strategically located and not simply established on economically marginal lands as they have in the past. With refined international commitments under the Convention on Biological Diversity to target protected areas in places of "importance to biodiversity," perhaps they may now be. We analyzed location biases in PAs globally over historic (pre-2004) and recent periods. Specifically, we examined whether the location of protected areas are more closely associated with high concentrations of threatened vertebrate species or with areas of low agricultural opportunity costs. We found that both old and new protected areas did not target places with high concentrations of threatened vertebrate species. Instead, they appeared to be established in locations that minimize conflict with agriculturally suitable lands. This entrenchment of past trends has substantial implications for the contributions these protected areas are making to international commitments to conserve biodiversity. If protected-area growth from 2004 to 2014 had strategically targeted unrepresented threatened vertebrates, >30 times more species (3086 or 2553 potential vs. 85 actual new species represented) would have been protected for the same area or the same cost as the actual expansion. With the land available for conservation declining, nations must urgently focus new protection on places that provide for the conservation outcomes outlined in international treaties. Para contribuir con las aspiraciones de las recientes convenciones internacionales por la biodiversidad, las áreas protegidas (APs) deben estar ubicadas estratégicamente y no establecidas simplemente en tierras marginadas económicamente como ha sido en el pasado. Con compromisos internacionales refinados bajo la Convención por la Diversidad Biológica para enfocarse en áreas protegidas en lugares de "importancia para la biodiversidad", tal vez las APs ya sean así. Analizamos los sesgos de ubicación de las APs a nivel mundial a través de periodos históricos (antes del 2004) y recientes. En específico, examinamos si la ubicación de las áreas protegidas está asociada más cercanamente con concentraciones altas de especies de vertebrados amenazadas o con áreas de bajo costos de oportunidad agrícola. Encontramos que tanto las áreas protegidas nuevas como las viejas no se enfocaban en lugares con alta concentración de especies de vertebrados amenazadas. En su lugar, parece que están establecidos en localidades que minimizan el conflicto con tierras adecuadas para la agricultura. Este ajuste de las tendencias pasadas tiene implicaciones sustanciales para las contribuciones que estas áreas protegidas están haciendo para los compromisos internacionales para conservar la biodiversidad. Si el crecimiento de las áreas protegidas de 2004 a 2014 se hubiera enfocado estratégicamente en los vertebrados amenazados poco representados, >30 veces más especies (3086 ó 2553 potenciales vs. 85 especies nuevas actuales representadas) habrían sido protegidas por la misma área o al mismo costo que la expansión actual. Con la declinación del suelo disponible para la conservación, los países deben enfocar urgentemente la nueva protección en sitios que proporcionen para los resultados de conservación resaltados en los tratados internacionales.